Julia Galemire
Qué lugar es este
¿Qué lugar es este
Andar de agua
De ojos azules
Que retrae sus pequeños parpados
Sobre la roca de algas
Y de tiempo
¿qué lugar es este
alquimia de agua
donde la espuma tritura
el rumbo de las olas
sin poder crear
las puertas del alma
¿Qué lugar es este
cambiar de olas
en el amanecer de mitos
donde sopla muy frío
el coro eterno del viento
¿Qué lugar será este
que ignoramos
donde el horizonte se cierra
y su sombra nos empuja
hacia la fiebre del mar
y su inmensa idealidad.
Andar de agua
De ojos azules
Que retrae sus pequeños parpados
Sobre la roca de algas
Y de tiempo
¿qué lugar es este
alquimia de agua
donde la espuma tritura
el rumbo de las olas
sin poder crear
las puertas del alma
¿Qué lugar es este
cambiar de olas
en el amanecer de mitos
donde sopla muy frío
el coro eterno del viento
¿Qué lugar será este
que ignoramos
donde el horizonte se cierra
y su sombra nos empuja
hacia la fiebre del mar
y su inmensa idealidad.
El desbocado caballo de la noche
Se despertó al
promediar la noche
como si lo hubiese golpeado
la rama súbita de un árbol,
como si el sueño en que estaba
sumido no se hubiera desvanecido aún
entre los surcos del viento.
Había soñado con un caballo desbocado,
demasiado blanco que había crecido
en un monte de pájaros sin alas
y que ahora en su onírica estructura
de jade y tierra marchaba hacia
un muro de raíces secas.
Recobrada su razón, miro desde
lejos su sueño, verdadero arsenal
de parábolas practicantes, mientras el
caballo desbocado de crines blancas siguió
su galope hacia la dominada noche.
la rama súbita de un árbol,
como si el sueño en que estaba
sumido no se hubiera desvanecido aún
entre los surcos del viento.
Había soñado con un caballo desbocado,
demasiado blanco que había crecido
en un monte de pájaros sin alas
y que ahora en su onírica estructura
de jade y tierra marchaba hacia
un muro de raíces secas.
Recobrada su razón, miro desde
lejos su sueño, verdadero arsenal
de parábolas practicantes, mientras el
caballo desbocado de crines blancas siguió
su galope hacia la dominada noche.
El país de Mag- Meld
Rumbos supersticiosos
en los antiguos mapas,
iban creando territorios
imaginarios
(sólo fueron espejismos),
mares que nunca acariciaron
los contornos
de Mag-Meld,
país de la eternidad
jamás habitado
por seres ni fantasmas.
Esas rutas,
descriptas en
cartografías fraudulentas por
cartógrafos no menos fraudulentos,
alimentaban las crónicas
del oro y los tesoros que
sólo podían encontrarse
en Mag.Meld,
país que ahora... sabemos
que nunca existió.
La luna de los magos
La diminuta luna de
los magos antiguos
mira largamente en
la noche
la calle ahora
abandonada
entre el otoño
suelto.
Desde las torres
decoradas con violentas
y lentas profecías
surgen las palabras ambiguas
la ternura ejercitada
la transparente guitarra
de los aires.
Todo es entonces
Un fabular de la piedra
y el sueño
mientras la
diminuta luna
de los magos antiguos
aparece
y desaparece
viajera de
las nubes.
Esa letra Y
Esa letra Y
-Y Griega -
remotísima en su
caprichoso trazado,
marca el destino
de los no menos caprichosos
seres humanos.
Sus raras antenas
siguen en el principio
toda unidad. Y armonía en
una misma senda
que al comenzar
los años maduros se dividen,
eligen para siempre
sendas antagónicas,
increíblemente
irreconciliables.
Esto, el Padre Pitágoras
lo enseñaba en su
legendaria Samos.
Lo reiteraba una
Y otra vez con su lenguaje
de añeja sabiduría.
Las raras antenas
cumplían su tajante
trayectoria.
Una iba silenciosa
hacia el silencioso
mundo de la virtud,
mientras la otra
se encaminaba
-dura fatalidad-
hacia la perversión
de los abismos. +
Mirabilia
Todo lo raro aquellos objetos inencontrables a la luz de la tierra -de lo ya creado- están encerrados en un cofre de palabras y alcanzan en sus dimensiones la belleza como un refugio. En realidad, la "mirabilia" dibujó los antiguos textos en los cuales lo raro se transfiguraba por sustancial alquimia, talismanes de la resurrección, virtudes milagrosas, una edad nunca repetida. El río Ella mira el río en su andar, en sus lágrimas aparentemente impasibles. Todo parece en la tarde sin mayor trascendencia, un mundo quieto. Una tibia alegoría de memorias pretende reinar en esa orilla pausada, pura. En el aire, la limpidez del tiempo es quizás como un suspiro inerme. ella mira el agua y dice algunas palabras que se lleva la naciente arcilla del río. En la playa a esa hora, el corazón ritual del horizonte saluda a las barcas encalladas sin destino. En la playa, los pájaros parecen sutiles escuadras de alas iluminadas navegando por la luz. |
Julia Galemire (Montevideo, 1 de enero de 1923) Escritora y poeta. Se desempeñó como gestora cultural. Presidenta del Grupo
Cultural La Tertulia. Fundado en 1994. Dirigió y coordinó el programa "La
Tertulia! por CX 38 SODRE de Montevideo, por donde pasaron numerosas
personalidades de la cultura nacional e internacional.Asimismo, fue coordinadora
del Proyecto Cultural Sur (PCSur) Uruguay. Directiva de la Casa de Escritores
de Uruguay y del Instituto del Libro Argentino y Americano. Ganó premios y
becas de viaje a Estados Unidos. Concurrió al Congreso PCSur en La Habana en el
año 2012. Varios de sus poemas fueron musicalizados. Ha publicado en total 9
libros. Dos de ellos obtuvieron premios en la categoría “Poesía édita”
del Ministerio
de Educación y Cultura de Uruguay .En 1994 fundó el
grupo cultural "La Tertulia. Ganó el Premio Morosoli por su trayectoria en
el año 2015.